"Los vecinos somos los tejedores del entramado social perdido"
Harold Cova tiene 67 años pero asume la dirigencia vecinal con el mismo entusiasmo de un adolescente. Hace poco recorrió 25 edificios de Chuao dejando una convocatoria. Esperaba 500 personas pero solo llegaron diez.
No es un trabajo fácil, reconoce. "Hay muchos reclamos y pocas palmaditas en la espalda. Pateamos calle y no lo hacemos de gratis porque casi siempre ponemos de nuestro dinero y el nivel de compromiso de la gente es mínimo", cuenta el economista que acaba de ser condecorado con la Orden Buen Ciudadano, en el marco del 390° aniversario de la fundación del pueblo de Baruta.
"Aunque el premio me lo dieron a mí, es un reconocimiento a la dirigencia vecinal de Chuao que es combativa, proactiva, decidida y capacitada".
Intenso luchador comunitario, lo que más le enorgullece es haber iniciado el movimiento que evitó la construcción de 50 edificios en la base aérea La Carlota y la instalación de la Escuela de Policía Nacional en ese espacio. Ahora Cova junto a Sandra Carrillo y el resto de los integrantes de Asochuao demandan que La Carlota se convierta en un espacio civil y no militar. "Mientras los militares estén allí no se podrá desarrollar el parque".
El también vocero del Consejo Comunal de Chuao cree que la clave del éxito en cualquier lucha comunitaria es aglutinar al mayor número de personas posible e involucrar a otras asociaciones. "La labor de la organización vecinal es encargarse del tejido social roto, somos los tejedores del entramado social perdido".
El tiempo que Cova le dedica a los vecinos se lo resta a la familia, por eso la solución que encontró fue incorporar a su esposa en las actividades comunitarias. "Esto es como una droga, cuando empiezas y te gusta no puedes parar". Está convencido de que las organizaciones vecinales benefician a los que están mandando. "Los vecinos no son individuos de tercera categoría, son profesionales, que elaboran proyectos, conocen las leyes, no son una carga sino una ayuda para las autoridades".
Con los recursos del presupuesto participativo de Baruta, actualmente Asochuao trabaja en un proyecto para recuperar las aceras. "Casi 60% de la población de esta urbanización pertenece a la tercera edad y caminar por sus aceras representa un peligro", dice Cova.
Carrillo agrega otra de las prioridades de la zona: humanizar la sede de Asochuao para ampliar las actividades vecinales: impartir clases de música y traer un conferencista al mes. "Estamos dándoles la oportunidad a los vecinos de que retomen el espacio público, con clases de yoga y taichí gratis en los parques, jornadas ecológicas con los scouts", comenta Carrillo. Este mes salió el primer número de La Voz de Chuao, un boletín informativo con las actividades de la zona.
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